lunes, diciembre 31, 2012

EL PRIMER RECUERDO


No pensaba, sólo había sido atraída hacia allí.
            La luz del patio se escurría por la ventana de la cocina y desde allí alcanzaba a iluminar a las dos, que en penumbras, regalaban un cuadro eterno a mi memoria.
Mi madre, sentada en la cama con mi hermana recién nacida en brazos le daba de sus pechos, su alimento. Sostenía la mirada de la bebé con esa dulzura que yo tanto conocía. Me detuve en silencio y sólo contemplé. Un instante de comunión con la vida.
El atardecer cambiaba tenuemente la luz de la imagen. Los pájaros ya volvían a sus nidos… jamás, jamás lo olvidaré.
            Y en el recuerdo, ese instante feliz me alimenta el alma. 
            Cada vez que la tristeza me toca esa vivencia me alimenta y la felicidad cura las heridas. El amor es así.
           
En esa edad en la que la memoria atrapa todo lo vivo, con una profundidad que se va desenvolviendo en la conciencia a través de los años y esa forma de mirar que luego buscaremos atrapar tan naturalmente, otra vez.

Sólo cinco años. Admiraba y contemplaba todo lo que me rodeaba. La escarcha sobre los techos de chapa, el despertar de los pájaros, el sol que se filtraba entre las ramas de los árboles dibujando esos redondeles de luz en las paredes o en el empedrado de la calle. El olor a día nuevo… la vida, sus pasos por toda la casa, sus voz, su canto y ese olor a amor inolvidable. Ella fue y es el faro de mi vida.

jueves, diciembre 27, 2012

Saludo de Bienvenida a todos

Hace muchos años, en mi temprana infancia, descubrí  que había memoria en mí, una memoria que no pertenecía a los años de vida que tenía, una memoria que no correspondía a lo vivido en esta vida. En aquél entonces, no había tanta televisión, yo aún no leía, no había Internet y nada ni nadie en mi familia hablaba de aquello que yo recordaba. Fue entonces, que conocí la muerte en una persona de mi familia y descubrí con esa muerte que quien habita el cuerpo no muere, la certeza que surgía de esa memoria me daba la seguridad de que sólo muere el cuerpo, porque quien habita sigue viviendo otras cosas en otros planos de causación hasta que debe volver a nacer. 
Tuvo que pasar mucho tiempo hasta que alguien que vivía la misma certeza que yo sobre la vida más allá de la muerte me hizo una pregunta maravillosa: 
¿Te imaginas? Un mundo habitado por almas conscientes de todo lo aprendido en sus milenios de existencia. ¡Imagínate! Mentes iluminadas, corazones abiertos, individuos dueños de una sabiduría que va más allá de estos 30 o 40 años vividos... una nueva humanidad, despierta...
Hoy empieza mi sueño... quiero invitarlos a recorrer ese camino, un camino de recuerdos, un camino de claridades, de consciencia y sobre todo, en el que la enseñanza de la memoria de nuestro corazón podrá oírse más allá de los ruidos que nos rodean. 
Hay formas de despertar, hay formas de darse cuenta. Hay vivencias que pueden nutrir nuestro camino.
En este blog quiero compartir todo lo que nos ayude a conocernos a nosotros mismos conscientemente.  
Bienvenidos a todos.